Hasta el momento he identificado un patrón, me molestan muchísimo tres cosas:
- que me expliquen algo que es obvio que ya sé o, peor, que acabo de decir yo misma,
- que me echen la culpa solo a mí de algo que ha hecho (o "también" ha hecho) otra persona. Esto ya lo mencioné en mi anterior post, es una dolencia crónica mía desde la infancia cuando, por ser la hermana mayor, yo siempre resultaba ser "la mala" porque debía ser "el ejemplo",
- que, cuando relato un hecho tal cual ha sucedido, lo refuten y tenga que recurrir a mostrar evidencias o recordar situaciones anteriores en las que ya sucedió algo similar. ¡La jurisprudencia de la vida!
Estas tres premisas no van a dejar de molestarme por anotarlas, pero me propongo continuar la lista por si identifico algún otro patrón y para no olvidar agravios, que eso de recordar solo lo bueno no es de sabios.
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